sábado

PAUL GAUGUIN







...¿Y QUÉ TAL SI SABEMOS UN POCO SOBRE ESTE PINTOR FRANCÉS?....¡VAMOS ALLÁ!

Centenario del nacimiento de MIGUEL HERNÁNDEZ




jueves

NOS HAN DADO UN PREMIO


Nuestros compañeros y compañeras del Primer ciclo, nos han dado un premio.
El premio se llama “Kreativ Blogger” y para recibirle tenemos que contar 7 cosas que nos gusten.
- Nos gusta hacer teatro
- Nos gusta hacer experimentos
- Nos gusta pintar
- Nos gusta hablar con nuestros compañeros
- Nos gustan los días soleados
- Nos gustan las mates
- Nos gusta leer.
Y le damos el premio a estos blogs:

* Al blog del primer ciclo del Colegio Gerardo Diego de Cayón
http://primerosratones.blogspot.com/

* Al Blog del colegio Buenaventura Gonzalez
http://ardillacotilla.blogspot.com/

* Al Blog del segundo ciclo del colegio Buenaventura Gonzalez
http://ciclopes2.blogspot.com/

* Al Blog del segundo ciclo del colegio Gerardo Diego de Cayón
http://geniosdelapalabra.blogspot.com/

* Al Blog del Colegio Estela de Zurita
http://esteladezurita.blogspot.com/

* Al Blog del Colegio Marqués de EStella
http://colegiomarquesdeestella.blogspot.com/

* Al Blog del Colegio Portus Blendium, para la Atención a la Diversidad
http://elhabitatdelalibelula.blogspot.com/

Imágenes del carnaval



No os olvidéis de leer las Coplas de la Vijanera







COPLAS DE LA VIJANERA. CARNAVAL 2010 SEGUNDO CICLO

Tos los del Marcial Solana
Nos disfrazamos de cántabros
Y los del segundo ciclo
De la Vijanera vamos.

Unos el danzarín blanco
otros de danzarín negro
los de cintas de colores
se llaman los trapajeros

Como aquellos de Silió
Y no queriendo ofender
Contamos lo que nos pasa,
Lo de ahora y lo de ayer

Si alguno tiene ladrillos
Cemento y algún barreño
Que nos amplíe el colegio
Que se nos queda pequeño.

Al suelo del Pabellón
Le dejaremos los dientes
Porque está to levantao
Desde el sábado hasta el viernes.

Los de 3º ya grandes
Dejamos to por los suelos
Pa que los profes tropiecen
y nos libremos de ellos.

4ºA puso un Belén
Con personajes muy raros
Entre tantos animales
¿dónde están los Reyes Magos?

Buscando tierras distantes
En un barco de papel
Se enrolaron todos juntos
La clase de 4ºB

Si a Santoña no nos llevan
Llueva, truene o haga viento
Cogeremos la pancarta
Y nos iremos del Centro.

El timbre hace mucho ruido
Se parece a un autobús
Preferimos que nos cante
La profe Mª Jesús

Y aquí va la despedida
La que se da a los hambrientos
No nos dan el chocolate
Se nos va a llevar el viento.


miércoles

Un duende a rayas


¿CÓMO SOMOS? ¿VAGOS O TRABAJADORES?, ¿BUENOS O MALOS?, ¿LISTOS O BOBOS?...SEGUIREMOS LEYENDO ESTE LIBRO PARA DESCUBRIRLO... ¡HASTA PRONTO!



Un Duende a Rayas

Al cabo de un rato de marcha, llegó a un bosque de árboles enormes. -¿Qué sois? -Somos abetos. -Yo me llamo Rayas y soy un duende. -Eres un duende muy pequeño. -Sí, soy un duende muy pequeño. Rayas sacó su cuaderno de apuntar cosas y se sentó en el suelo. Escribió lo que acababa de aprender para que no se le olvidara. Y, al terminar, vio allí, junto a él, tres hormigas que acarreaban un granito de avena. -¡Eh, cuidado! ¡No te muevas, que puedes aplastarnos! -Perdón, no os había visto, ¡sois tan pequeñas! -¡No somos pequeñas, somos hormigas! Lo que ocurre es que tú eres un gigantón... -Sí, claro, lo siento -se disculpó Rayas, y escribió otro poco en su cuaderno. Luego siguió andando y llegó a un río. Era muy ancho y no había un puente para cruzarlo; así que se detuvo un rato junto a la corriente pensando cómo se las iba a ingeniar para pasar al otro lado. El río le habló: -Yo no me detengo nunca. ¿No te da vergüenza estar ahí parado tanto rato sin hacer nada? Me pareces un perezoso. -Pues... es que estaba pensando -explicó Rayas, y para hacer algo, sacó su cuaderno y apuntó. Después se pudo a recorrer el curso del río corriente arriba. No encontró un puente, así qe empezó a remover piedras bien grandes y las echó en el río, una tras otra, hasta que construyó un paso. Estaba sudando y jadeaba cuando terminó. -Eres muy trabajador -comentó una grulla que estaba metida en el agua y se sostenía con una sola pata, mientras se tragaba todas las ranas que se ponían a su alcance. Rayas escuchó a la grulla con mucha atención y tomó buena nota de lo que le había dicho. Cruzó la corriente del río y anduvo por el senderillo que ascendía por la ladera de una colina. -¿A dónde vas tan deprisa? - le preguntó una voz. -¿Quién eres? -Soy un caracol. -Yo soy Rayas, un duende. -Eres un duende muy veloz. -¡Caramba, no lo sabía! -Te lo digo yo que soy un viejo caracol sabio. -Muchas gracias. Rayas siguió andando a buen paso hasta que llegó a la cima de la colina. Un relámpago negro cruzó por su lado. El milano se había lanzado en picado para atrapar un conejo. -¿Quién eres? - preguntó el milano a punto de remontarse a los aires con el conejo entre las garras. -Soy Rayas, el duende. -Eres la criatura más lenta que he visto en mi vida. Te he estado observando desde allá arriba. Has tardado cien eternidades en trepar hasta aquí. Hubiera podido atraparte mil veces, si hubiera querido, pero no sé si eres comestible. Nunca he probado duendes. -Pues yo... yo creo que no... no debo de ser muy... muy bueno para milanos, la... la verdad -tartamudeó Rayas, y se apresuró a refugiarse entre los matorrales más próximos. Estaba cansado después de la ascensión a la colina y había terminado de dejarle sin aliento el susto que el milano acababa de darle. Así que se sentó en el suelo y se recostó contra un matorral de retama. La retama cedió y Rayas se cayó de espaldas. -¡Eres muy pesado! -se quejó la retama. Cobijado en el matorral de retama estaba durmiendo la siesta un erizo. Rayas se pinchó en la espalda con sus púas, dio un respingo y salió disparado hacia adelante. El erizo se maravilló: -¡Cáscaras! ¡Qué ligero eres! Rayas se acarició la parte dañada y fue a sentarse un poco más allá. sobre un lugar tapizado de suave musgo. Estaba serio y pensativo, que es como generalmente está casi todo aquel que se acaba de sentar sobre un erizo y que sabe, además, que ha hecho bastante el ridículo delante de testigos. -Es un duende muy aburrido -criticaron dos abubillas en lo alto de una rama. Rayas se sintió ofendido por el comentario; así que agarró una nuez que había en el suelo y se la tiró a las abubillas. Como estaba muy enfadado y había tirado casi sin fijarse, le falló la puntería. La nuez no dio a las abubillas, sino que rebotó en la rama en que estaban posadas. Las aves escaparon dadno aletazos indignados. La nuez, después de chocar contra la rama, volvió de rebote hacia Rayas y le pegó un buen golpe en la frente. -¡Eres muy divertido! ¡Qué bien lo has hecho! ¡¡¡Hazlo otra vez, por favor!!! -aclamaron las ardillas que correteaban por las ramas del árbol. Rayas sintió qu ela vergüenza y la rabia se le subían a la cabeza: le ardían las mejillas y le parecía sentid que le chisporroteaban las puntas de las orejas. Miró con ojos de fuego a las ardillas, pero las vio danzar en tales cabriolas locas y hacerle gestos tan disparatadamente divertidos que, a pesar de lo que le escocía el amor propio, acabó riéndose con ellas. Luego sacó su cuaderno y apuntó. Y, antes de que le hubiera dado tiempo a guardar el lápiz, una culebra asomó la cabeza entre dos piedras: -¡Essssssstásss gordíssssssimo...! -silbó. -Sí, sí... tienes razón -se apresuró a contestar Rayas, que sabía que con ciertas gentes es mejor no entrar en tratos y mantenerse siempre a una prudente distancia. Y se marchó a través del prado. Las vacas le vieron pasar cerca de ellas, y sin dejar de masticar hierba, hablaron entre ellas: -¡Qué pobre ser más flacucho! ¿No es cierto que nos abochornaría tener en la familia alguien con ese aspecto? Rayas empezaba a estar bastante confundido. Se tumbó sobre la hierba del prado para pensar con tranquilidad. [...]